Vivir Plenamente a los 70 sin Tener Hijos

Una mujer a los 70 años que eligió no tener descendencia comparte su perspectiva de vida

No pretendo que sientan lástima por mí;, al contrario, me considero verdaderamente feliz con la vida que he construido, aunque no tengo hijos a mis 70 años.

Una vez, durante una visita al dermatólogo, tuve que esperar por bastante tiempo en el pasillo como es habitual. Allí conocí a una señora cuya historia me cambió la manera de ver el mundo.

 

Me llamó la atención su apariencia impecable y elegante. Parecía tener alrededor de 65 años, pero al conversar, me sorprendió descubrir que ya había superado los 70.

Me compartió que se había casado dos veces, aunque ahora estaba sola. Su primer matrimonio terminó en divorcio. Desde el principio, le había manifestado a su esposo que no deseaba tener hijos. Él lo aceptó inicialmente, pero cuando ella cumplió 30 años, volvió a retomar el tema esperando que quisiera ser madre alguna vez.

Dicha ilusión nunca llegó, por lo cual decidieron separarse después de repetidas conversaciones.

Más adelante, se casó con un hombre que tenía una hija de una relación anterior. La convivencia fue armoniosa, ya que la cuestión de los hijos nunca volvió a salir a relucir. Él no le molestaba que ella no quisiera tener hijos, porque ya contaba con una hija.

Tristemente, su segundo esposo falleció y desde entonces vive sola en una amplia casa, asegurando que la soledad no es un problema para ella.

Muchas personas asumen que los hijos serán apoyo en la vejez y estarán a su lado constantemente. Sin embargo, ella opina diferente: los hijos crecen y siguen su propio camino, creando sus vidas ajenas a las de los padres.

  • No deseó convertirse en madre por esta razón.
  • No lamenta su elección ni ahora ni nunca.
  • Disfruta una existencia plena y satisface sus propias necesidades.
  • «Y en cuanto a pedirme un vaso de agua, cualquiera puede hacerlo, siempre y cuando le pague por ello», comentó con una sonrisa.

    ¿Qué opinas sobre esta forma particular de interpretar la vida y la felicidad?

    En definitiva, su relato refleja una visión de la vida basada en la independencia y la realización personal, cuestionando las creencias comunes sobre la maternidad y el envejecimiento acompañado. Su experiencia enseña que la satisfacción vital no depende de los lazos familiares tradicionales sino del sentido que uno mismo le da a su existencia.