Un granjero entra en un hotel, pero la recepcionista lo ignora. Cuando saca su teléfono, todos se arrepienten…
Un granjero entra en un hotel, pero la recepcionista lo ignora. Cuando saca su teléfono, todos se arrepienten…
Por la tarde, llegó un hombre de unos cincuenta años, con la piel oscureciéndose por el sol y el viento del campo. Entró lentamente en el vestíbulo del hotel más lujoso y caro de la ciudad.
Llevaba un traje marrón descolorido, cubierto de tierra, y calzaba sandalias viejas y casi desgastadas. A primera vista, era fácil adivinar que era un campesino.
Se acercó a la recepción con voz sencilla:
“Señora, me gustaría alquilar una habitación esta noche”.
La recepcionista, una joven maquillada y vestida elegantemente, la miró rápidamente y luego frunció el ceño. A sus ojos, este hotel de 5 estrellas era solo para empresarios adinerados y clientes de alta sociedad, no para un campesino con la ropa sucia.
Dijo con frialdad:
— “Padre, las habitaciones aquí son demasiado caras. Debería alojarse en alguna posada barata de las afueras”. El granjero seguía sonriendo, con un tono cortés y amable:
— “Lo sé, señora. Pero de verdad quiero quedarme aquí. Aunque solo sea una habitación.”
Pero la recepcionista se molestó aún más:
— “Escuche, padre. Este hotel es para viajeros de negocios y turistas de lujo. Será mejor que busque otro lugar donde alojarse.”
Varios huéspedes en el vestíbulo lo miraron, algunos con lástima, otros con un dejo de burla. En su interior, pensaron: “¿No es demasiado para un granjero alojarse en un hotel tan lujoso?”.
El granjero guardó silencio, con la cabeza gacha por un momento. La tensión aumentó porque la recepcionista lo ignoró deliberadamente.
El veterano guardia que observaba pareció confundido por lo que vio, pero no intervino. En el fondo, sabía que el granjero no parecía nervioso; al contrario, estaba muy serio y tranquilo.
Y justo cuando la recepcionista estaba a punto de irse, el granjero sacó de repente, lentamente, un reluciente teléfono móvil nuevo de su bolsillo. Hizo una llamada y dijo con voz suave pero potente:…