La esposa se había ausentado unos días, y en plena medianoche el yerno fue a la habitación de su suegra… y lo impensable terminó ocurriendo.
Me despertaron unos golpecitos, leves como el picoteo de un pájaro en el barandal de la ventana. Tres golpes, vacilantes, y luego silencio. El viento…









