Murió con un vestido blanco. Pero el celador de la morgue se fijó: sus mejillas estaban sonrojadas como las de una persona viva. Lo que ocurrió en la boda que todos creían perfecta
Tatiana cruzó el umbral de la morgue en el mismo instante en que los primeros rayos plateados de la mañana se deslizaban por las paredes…









