El dinero que los padres habían dejado se había acabado hace tiempo, y el hermano mayor, incapaz de dejar que su hermana esperara la muerte en casa, usó su carreta casera para llevarla a un gran hospital en la ciudad.
Los médicos, conmovidos por el amor entre los hermanos, después de una reunión, decidieron realizar el trasplante de riñón sin cobrar nada. El donador, por supuesto, sería el hermano mayor mudo de la niña.
Después, el doctor llevó al joven a su despacho y le habló con franqueza:”Si donas tu riñón, tu hermana podrá vivir. Pero si no lo haces, morirá muy pronto. Sin embargo, si algo sale mal durante la operación, tu vida también podría estar en riesgo.”
El hermano mudo se quedó pálido, su corazón lleno de preocupación y dudas. Después de un rato, levantó la cabeza, miró al doctor y asintió, decidido a seguir adelante con la cirugía por su hermana. El doctor, aliviado, le dio una palmada en el hombro y le dijo que regresara a casa a descansar.
Pero nadie se esperaba que esa misma tarde, el hermano desapareciera.
El médico le preguntó a Xiao Xiao:“¿Dónde se fue tu hermano? ¿Te dijo algo antes de irse?”
Xiao Xiao respondió:“Dijo que tenía que volver a casa por un momento.”
El doctor, extrañado, recordó el rostro pálido del joven al escuchar los riesgos de la cirugía. Frunció el ceño y murmuró:“La operación está por realizarse, ¿por qué volvería a casa ahora?”
Todo estaba preparado: el quirófano, el equipo, los médicos… Solo faltaba el donante. La repentina desaparición del hermano provocó confusión y preocupación en todo el hospital.
Pasó un día más, y el hermano seguía sin aparecer. Aunque nadie lo decía en voz alta, todos pensaban que probablemente se había escapado por miedo.
Por temor a que Xiao Xiao no pudiera soportar el golpe emocional, los médicos y enfermeras no se atrevieron a decirle la verdad. Pero, por las caras serias de todos, la niña comenzó a sospechar. Ya no sonreía; pasaba los días llorando en silencio.
Cuando la fecha de la cirugía estaba por llegar, de repente, alguien entró corriendo en la habitación del hospital. ¡Era su hermano mayor, el que había desaparecido!
Xiao Xiao, al verlo, usó señas para hablar con él. Después de un rato, rompió en llanto.
Todos los presentes estaban confundidos:“¿Qué está pasando?”
La emoción de la niña fue tan fuerte que la cirugía tuvo que posponerse.
El doctor, curioso, le preguntó a Xiao Xiao:“Todos queremos saber… ¿Qué fue lo que tu hermano te dijo?”
Ella, entre lágrimas, respondió:“
Le pregunté por qué volvió a casa, ya que el hospital ya había cubierto todos los gastos de la operación…”
“Él me dijo que en estos días estuvo recogiendo leña y acarreando agua del pozo.
Así, si él llega a morir durante la operación, yo tendría suficiente leña y agua para sobrevivir al menos medio año.”
El médico, sorprendido, preguntó:
“¿Por qué hizo eso tu hermano?”
Xiao Xiao, entre lágrimas y sonrisas, contestó:
“También le pregunté lo mismo… y me dijo que era para que, si él llegaba a morir, yo no tuviera que preocuparme por cómo vivir sola sin él.”
Solo entonces todos entendieron: no se había escapado por miedo. Al contrario, había ido a casa a prepararlo todo para que su hermana pudiera sobrevivir sin él si las cosas salían mal.
Todos en el hospital quedaron profundamente conmovidos por el amor del hermano hacia su hermana.
Ser hermanos en una misma familia es una bendición. Cuídense, ámense y valórenlo siempre, porque no todos tienen la suerte de contar con ese amor tan puro y desinteresado.
El amor entre hermanos es uno de los sentimientos más valiosos que existen, y todos deberíamos aprender a apreciarlo.