Cuarenta años de matrimonio. Cuarenta años de domingos de misa, de lavar calzoncillos agujereados que él se negaba a tirar porque “todavía sirven”, de sopas recalentadas y aniversarios olvidados.
Cuarenta años de matrimonio.Cuarenta años de domingos de misa, de lavar calzoncillos agujereados que él se negaba a tirar porque “todavía sirven”, de sopas recalentadas…









