Un mendigo pidió refugio en una cabaña y, solo una noche después, compró todas las tierras. La lluvia azotaba como un látigo los techos de lámina de San Miguel de los Cerros, un pueblo olvidado en las montañas de Michoacán. Esperanza Hernández cerró con fuerza las contraventanas de madera, pero justo cuando el viento silbó, oyó tres golpes en la puerta, rítmicos, aunque afuera no había ni una sola alma…
Un mendigo pidió refugio en una cabaña y al día siguiente compró todas las tierras. La lluvia golpeaba con furia los techos de lámina de…









