”.COMO TE VES, ME VI; Y COMO ME VES TE VERÁS.”

Esta poderosa frase encierra la brutal verdad, que los jóvenes rara vez quieren aceptar y escuchar a sus mayores.
En temprana edad los jóvenes están tan llenos de energía, ambición y sueños, que piensan que los consejos
de los viejos son obsoletos

Se quieren comer el mundo, creyendo que la experiencia NO les hace falta…
Lo que NO entienden es que la vida te golpea, y esos golpes son los que te forjan o te quiebran.
Los viejos que hoy ves con arrugas y cansancio, alguna vez tuvieron tu fuego, pero aprendieron que la impaciencia y el ego,
son enemigos silenciosos.
*LA JUVENTUD ESTÁ CEGADA POR EL BRILLO DE ÉXITO INSTANTÁNEO*
Por querer todo rápido y sin esfuerzo, pero hay lecciones que sólo el tiempo puede enseñar.
El anciano que te habla de paciencia y estrategia, NO es alguien que fracasó, es alguien que sobrevivió.
Su sabiduría viene, de las cicatrices que el tiempo le dejó,
de los errores que cometió, y de los caminos que NO volvería a recorrer.
Humildad es reconocer que quien ya caminó por el sendero que tú apenas empiezas a recorrer.
Sabe más de lo que tus ojos pueden ver, y si no lo escuchas ahora
un día recordarás esas palabras.
Cuando la vida, te de la lección por las malas;
Los jóvenes piensan que siempre habrá tiempo para rectificar,
pero los viejos saben que cada error es caro.
La arrogancia de la juventud, puede ser un boleto directo al fracaso, mientras que la sabiduría del anciano, es un atajo a evitar las trampas más peligrosas.
Así que, antes de desestimar al que ya vivió lo que tú apenas sueñas, párate junto al espejo y pregúntate:
¿Estás listo/a para ser lo suficientemente humilde, como para aprender de quien ya se enfrentó a lo que tú apenas descubrirás.?.
Desconozco el autor