Mujer en coma durante 4 años encontrada embarazada: todo el hospital se estremeció
Mujer en coma durante 4 años encontrada embarazada: todo el hospital estaba tembloroso
La paciente, R. Sharma, de 27 años, había sido ingresada en un hospital privado en Nagpur, India, en 2021 después de que un grave accidente de tráfico la dejara con una lesión cerebral traumática y en coma profundo.
Durante cuatro largos años, R. permaneció inmóvil en una unidad de cuidados especiales, monitoreada las 24 horas del día, los 7 días de la semana por cámaras de vigilancia y atendida por un equipo rotativo de tres enfermeras.

Su familia continuó visitándola regularmente, aunque habían comenzado a prepararse silenciosamente para lo peor.
Hasta abril de 2025, cuando una enfermera del turno de noche notó una hinchazón inusual en el abdomen del paciente.
Se realizó una ecografía de emergencia.
Toda la sala se quedó en silencio.
R. Sharma tenía 25 semanas de embarazo.
Nadie podía entender cómo había sucedido.
— “Las cámaras funcionaban normalmente…”
— “No había actividad sospechosa…”
— “No había signos de intrusión física…”
El liderazgo del hospital convocó una reunión privada de emergencia.
Se revisaron las imágenes de la cámara. Se extrajeron todos los registros de turnos. Se entrevistó al personal.
Todo volvió limpio. No hay evidencia. Nada.
Y luego, el día en que nació el bebé, la verdad se desentrañó a partir de un solo detalle inesperado.
Nació un bebé sano, con suaves ojos marrones, una nariz de puente alto y una marca de nacimiento rosa distintiva en forma de lágrima en la parte posterior de su cuello.
Solo una persona parecía profundamente perturbada por la vista: el Jefe de Neurología, el Dr. A.K. Verma.
En el momento en que vio al niño, su mano tembló violentamente.
Dejó caer su máscara quirúrgica al suelo.
Su rostro se puso tan pálido como un fantasma.
Porque…
El bebé tenía exactamente la misma marca de nacimiento que su propio hijo biológico.
Una partera anciana que presenció el momento palideció.
Un técnico informático junior, encargado de supervisar los archivos de las cámaras, susurró:
“Hubo una vez que la doctora se quedó sola en su habitación… El metraje se cortó durante casi tres horas debido a un error del sistema”.
Nadie se atrevió a repetir esa frase.
Esa noche, después de firmar silenciosamente el certificado de nacimiento del niño e instruir a las enfermeras para que negaran todo acceso a los medios,
el Dr. A.K. Verma presentó su renuncia. Sin despedirse de un alma.
A la mañana siguiente, su oficina estaba vacía. Su teléfono se desconectó.
Una semana después, sus registros de personal desaparecieron del sistema del hospital.
Sin investigación.
Sin investigación.
El embarazo se clasificó oficialmente en informes internos como una “complicación rara e inexplicable”.
El bebé fue entregado a los Servicios de Bienestar Infantil.
“Las cámaras pueden quedar ciegas.
Pero la conciencia no puede hacerse sorda para siempre”.